Fuente: Diario de San Rafael.
El comienzo de la vendimia se adelantó diez días este año por la escasez de lluvia. Se espera mayor calidad en la uva pero menor cantidad con respecto a la cosecha del año pasado. La cosecha de las variedades destinadas a la elaboración de champán marcó el inicio de la vendimia 2009 en el sur provincial, que presenta un panorama con luces y sombras.
Este año el comienzo de la cosecha de los varietales se adelantó unos diez días a causa de las condiciones meteorológicas de este verano, caracterizado por mucho calor y escasas lluvias, originando uvas de buena calidad, según evaluaron en el sector.
No obstante, el grueso de la misma arranca con la cosecha de uvas blancas y de las variedades tintas.
En esta vendimia el Instituto Nacional de Vitivinicultura pronostica una baja en la cantidad de uvas en la zona sur debido a las tormentas que azolaron algunas localidades de la región, como las fuertes granizadas que precipitaron a fines de diciembre pasado.
La delegación local del organismo informó a nuestro diario que en San Rafael se espera levantar aproximadamente 965 mil quintales y en General Alvear alrededor de 239 mil, lo que representa una merma a considerar, ya que lo cosechado en 2008 fue de 1.135.902 y 314.752 quintales respectivamente.
Situación de equilibrio
En 2009 se presenta una serie de factores a favor y en contra que generan una situación de “equilibrio” en la vitivinicultura, según observan en el sector.
En esta ocasión los gobiernos de Mendoza y San Juan acordaron un cupo obligatorio de uvas para mosto del 20%, contra el 30% del año pasado.
Para Pablo Asens, titular de la Específica de Bodegueros y vicepresidente de la Cámara de Comercio local, se ha fijado ese porcentaje “para evitar que sobrara mosto y faltara vino”, por lo que “de esta forma creeríamos que este año vamos a entrar en un equilibrio con la cantidad de vino que se va a elaborar”.
El empresario dijo, además, que hay que tener en cuenta “que va a haber casi un 10% menos de uvas en todo el país con respecto al año pasado”, y que las estimaciones en el sector indican que las exportaciones de vino a granel pueden llegar a caer un 20% y poco y nada en fraccionado, sumado a una merma en las ventas en el mercado interno del orden del 3 a 5%.
Asens manifestó que “el hecho que haya menos uvas nos va a permitir que el precio del vino no caiga, a pesar que no es el valor ideal para el bodeguero ni para el productor”. Pero “si hubiésemos tenido un año normal de ventas, hubiéramos tenido un faltante de vino grande”.
Ante este panorama el bodeguero consideró que se logrará “una cantidad de stock vínico bueno, y terminaríamos el 2009 con el mismo stock que tenemos actualmente”.