Ahora que pasó la floración, ya se ven los frutos en pleno crecimiento. Para que crezcan y alcancen su plenitud, la exposición de los árboles debe ser a pleno sol y con buena ventilación. Esto permite que el aire frío circule durante las noches frías y mantiene la zona fresca en verano.
Les proporcionamos un aporte regular de agua desde las acequias, que se incrementará un poco antes del momento de la cosecha. Las frutas con el mejor sabor se consiguen cuando los árboles son regados durante toda la estación.
Como les contamos anteriormente, si se dejan todos los frutos en el árbol, éstos serán de poco tamaño y carentes de dulzor y sabor. Para evitarlo, se realiza una labor que en mucho sitios se denomina "aclareo" o "raleo", consiste en quitar un gran porcentaje de los frutos cuajados cuando han alcanzado 2 cm de diámetro aproximadamente.
Dependiendo de la salud de cada árbol, podemos realizar el aclareo en plena floración, eliminando flores en vez de frutos cuajados. Cuantos más frutos o flores se eliminen, mayor será el tamaño que adquirirán los frutos que queden, cuidando el equilibrio de cada planta.
Es una labor artesanal y manual, en la que cuenta el conocimiento del ciclo natural de los árboles para preservarlos y disfrutar de sus frutos.