La
actividad en la Finca es una pasión que merece ser compartida, les contamos
cómo estamos trabajando en estos meses de otoño.
Ya
pasó Abril, un mes con muchísimo trabajo. En el viñedo, con la cosecha ya
concluida, con las bandejas en el galpón con la fruta secada al sol durante el
verano, es tiempo de guardar los frutos de la tierra y prepararla para la
llegada del inverno...
Con la llegada del otoño, las condiciones
del clima conducen a una menor actividad en las plantas, se ralentiza la
absorción de nutrientes por parte de las raíces. Las hojas dejan de tener la
actividad intensa que tenían en primavera y verano (se tornan de un color
marrón o rojizo) y llega un momento en que caen. A partir de aquí se da la
parada invernal, completando el ciclo de un año.
Ya
se van eligiendo las ramas que se podarán y esperamos la cosecha de las nueces.
En la finca sembramos avena y alfalfa, que además de alimentas a los caballos,
proporciona los nutrientes necesarios para cuidar la tierra, así como las hojas
que caen se usan para hacer “compost” o se destinan para otras utilidades (como
por ejemplo venderlos, para que alguna empresa especializada los hidrate y
destile).
El otoño es tiempo que
muchos asocian a la decadencia de las cosas, a la tristeza, a la degradación de
los colores, al necesario decaimiento preludio de la hibernación y del renacer
de la naturaleza. Pero para quienes amamos la tierra el otoño es la estación
del despertar y preservar. Los frutos se cosechan desde finales de verano
hasta, en algunos lugares, último días del otoño… se seleccionan, se secan en algunos
casos, empieza la fermentación del vino, y, como cada año, el ciclo recomienza.
Los invitamos a compartirlo con nosotros
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